• Una buena nutrición y una dieta equilibrada ayudan a prolongar la salud de los ojos.
• Los ojos están en riesgo constante de daño oxidativo debido a su alta exposición al oxígeno, gran cantidad de ácidos grasos oxidables en la retina y su también alta exposición a la luz, los contaminantes ambientales y los rayos ultravioleta.
• Una dieta variada, alta en frutas, vegetales y omega-3, no fumar, evitar el exceso de exposición al sol y a las radiaciones ultravioletas y, en los pacientes diabéticos, mantener un estricto control glucémico se consideran las estrategias antioxidantes más efectivas.
• En Oftalmología se ha demostrado que algunos hábitos alimentarios y de estilo de vida pueden disminuir ó aumentar el riesgo de desarrollar la  Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE).
• El ensayo clínico AREDS (Age-related Eye Disease Study) desarrollado en Estados Unidos,  patrocinado por el National Eye Institute y diseñado para estudiar el comportamiento y los factores de riesgo de la DMAE y las cataratas mostró que dietas con altos niveles de antioxidantes (Vitamina C, Vitamina E, betacaroteno y cobre) y zinc, reducen significativamente el riesgo de padecer DMAE y su pérdida de visión asociada.
• Diversos estudios demuestran que la ingesta de ciertos micronutrientes – como la vitamina C, vitamina E o magnesio – ayudan a disminuir el riesgo de padecer retinopatía entre los pacientes diabéticos. Además, el adecuado control glucémico y una presión arterial óptima son de crucial importancia para prevenir la aparición o disminuir la progresión de la retinopatía diabética (RD). La retinopatía diabética es una complicación ocular de la diabetes que puede conllevar la pérdida de la visión. La Organización Mundial de la Salud estima que la retinopatía diabética es la causa directa del 5% de la ceguera mundial.
• Una dieta rica en magnesio y vitaminas C y E, junto con un adecuado control del nivel glucémico, pueden prevenir la aparición de la retinopatía diabética.

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